5 Señales De Que Estás Aferrándote A La Ira, Y Cómo Dejarla Ir

El artículo de hoy ha sido republicado desde nuestros amigos en VivirSaludable.org

En nuestra cultura, a menudo demonizamos a la ira. Tendemos a relacionarla con perder los estribos, con ser irracionales, además de emocionalmente (incluso a veces también físicamente) violentos. Como resultado, muchos nos sentimos temerosos de expresar nuestra ira. Pero lo cierto es que la ira no es algo de lo que debamos avergonzarnos. Es natural, y a veces es necesaria para despertarnos a las cosas de nuestras vidas que ya no nos sirven.

Los problemas — tanto en términos de nuestra salud emocional como también física — pueden resultar de que permanezcamos aferrados a la ira. Cuando no nos permitimos examinarla y llegar al fondo del asunto, de por qué nos sentimos de ese modo. Y a veces nos hacemos tan buenos en embotellar nuestra ira, que ni siquiera notamos que lo estamos haciendo. Entonces, ¿cómo sabemos si este es nuestro caso? Estas son algunas señales que puedes analizar, y también algunos pasos que puedes dar para dejar ir tu ira.

1. Depresión

Aunque no siempre es el caso, a menudo las sensaciones de depresión pueden ir codo a codo con los sentimientos de ira. Si hay una circunstancia en tu vida que está causando que sientas ira, pero te sientes sin poder alguno para cambiarla, eso significa que estás cargando esa ira contigo día tras día, casi sin manera de dejarla ir. Es fácil ver cómo esto puede llevar a la depresión. Si te preocupa que puedas tener depresión, es una buena idea consultar con un profesional de la salud mental.

2. Las cosas más pequeñas desencadenan tu ira

Este es un clásico. Si las pequeñas cosas te angustian más de lo que piensas que deberían hacerlo, probablemente esa irritabilidad no se deba a esa cosa pequeña — sino se deba a algo más grande, que aún no has atendido. Y cuando te aferras a esos sentimientos sin resolver, las pequeñas infracciones a menudo jugarán un papel en tu narrativa ya existente, y profundizarán tu ira.

3. Sentirte atascado

Ya sea en una relación profesional o personal, si te sientes como en un perpetuo estado de limbo con la otra persona, puede deberse a que estás aferrándote a tu ira. No le estás diciendo que sientes ira, no hay discusiones — pero tampoco hay progresos. Esto puede hacerte sentir atascado en un patrón de aferramiento.

4. Aislarte

A veces la ira no resuelta puede resultar en que quieras aislarte de las demás personas con quienes sientes ira. Esto puede ser un problema, particularmente si son personas amadas. Si notas que estás evitando y alejándote de una persona específica, pregúntate por qué lo haces. Puede que se sienta más fácil evitarlo que intentar mantener una relación y, en tal caso, es probable que no estés atendiendo tu ira. Pero a largo plazo, ser honesto con respecto a tus sentimientos puede ser algo mucho más constructivo.

5. Sigues repitiendo las mismas historias

Claro que es algo bueno intentar dar sentido a lo que estamos experimentando — y muchos de nosotros lo hacemos a través de nuestras historias y relatos. Pero si notas que estás repitiendo una y otra vez las mismas historias sobre cómo tu pareja te hizo daño o cuán detestable es tu jefe a lo largo del tiempo, es probablemente una señal de que estés cargando con una ira con la que no has lidiado aún. Todos necesitamos ventilar de vez en cuando, y ciertamente no hay nada malo con ello. Pero si estás “ventilando” las mismas cosas una y otra vez, probablemente eso es algo a que lo debas analizar con mayor profundidad.

Así, si estas señales te resultan familiares, ¿qué puedes hacer para dejar ir esa ira y seguir adelante con tu vida? Estos son algunos pasos útiles.

Deja de sentir culpa de ti mismo

Como dijimos antes, vivimos en una cultura que demoniza la ira. Como resultado, muchos sentimos que hay algo mal en nosotros si nos aferramos a la ira. Sentimos que deberíamos ser “mejores” personas, y sentirnos de este modo significa que tendremos un mal talante. Y, como resultado, ocultamos nuestra ira, incluso de nosotros mismos. Pero la verdad es que no hay nada malo con sentir ira. Date permiso para sentir tus emociones en verdad.

Empodérate

Para muchos de nosotros, la fuente de nuestra ira puede ser sentirnos que hemos sido víctimas o que alguien nos ha hecho un mal. Y esto puede ser completamente cierto. Puede ser genuinamente el caso que otra persona nos haya hecho un mal, y nos haya herido sin razón. Pero seguir permitiendo que esa persona tenga poder sobre nosotros sólo nos dejará atascados en ello. No tuviste el control sobre lo que te hicieron, pero sí tienes el control sobre cómo reaccionas. Si se trata de una relación tóxica o de un espacio aboral en el que sigues siendo victimizado, es mejor dejarlo que quedarte allí y seguir aferrado a tu ira. O, si hay pasos que puedas dar para atender tus sentimientos y reparar la relación, debes saber que tú tienes el poder de hacerlo.

Expresa tu ira

A menudo embotellamos nuestra ira en deseo de permanecer en paz. Pero esto nunca resulta bien, y a menudo nos lleva al resentimiento. Permítete expresar lo que sientes. Esto no significa gritar y acusar a otros. Hay una manera respetuosa de tener una conversación en la que hagas saber a la otra persona saber que sientes ira. Y es importante que lo hagas, de otro modo esa relación seguirá funcionando en base a falsedades.

Perdona

Hay un momento en el que esto es apropiado de hacer, y un momento en el que no lo es de inmediato. Permítete sentir en verdad tu ira, primero. Si vas directamente al perdón y te salteas el proceso de realmente honrar lo que sientes, entonces el “perdón” se convierte simplemente en otra manera de barrer tus sentimientos por debajo de la alfombra. Dicho eso, una vez que ha pasado el tiempo suficiente y te has permitido el proceso de sentir tus sentimientos, el perdón será muy poderoso. El perdón no significa que la otra persona quede impune por haberte herido. No significa que digas que todo lo que te ha sucedido está bien. Significa que reconoces lo que te sucedió, y que ya no seguirás llevándolo a cuestas contigo. No dejará que te deje atascado allí. Es, en verdad, la mejor manera de dejar ir tu ira.

— Sarah Cooke, de VivirSaludable.org


* Este artículo ha sido republicado desde VivirSaludable.org. Encuentra la fuente original aquí.

Acerca El Halcondelasalud

Miguel Geary ha sido un Nutricionista, Entrenador Personal Especializado y Certificado por más de 15 años. Ha estado estudiando nutrición y ejercicio por más de 25 años desde que era un adolescente. Miguel es originario de Pennsylvania; pero se enamoró con la vida de montaña y ahora reside en las pintorescas montañas de Utah. Miguel es un aventurero y cuando no está esquiando, haciendo ciclismo de montaña, haciendo trekking, o stand up paddle, disfruta del paracaidismo, rafting, pilotear un avión de combate italiano (en serio), buceo, heli-ski y viajar por el mundo, y aprender de distintas culturas. A la edad de 40, Miguel ahora se siente más saludable, fuerte y tiene más energía que cuando tenía 20… Todo gracias a un estilo de vida saludable y una increíble nutrición.

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