Por Cat Ebeling
co-autora de los best-sellers: La Cocina Quema Grasas & Los Principales 101 Alimentos Que Combaten El Envejecimiento
Alzheimer, depresión, ansiedad, TOC, bipolar, esquizofrenia, problemas de conducta, TDA/TDAH—la lista sigue y sigue. Los problemas de salud mental aumentan día a día.
Las compañías farmacológicas ganan masivas cantidades de dinero en tratamientos para la salud mental y los trastornos de humor y de conducta. De hecho, tan sólo en los Estados Unidos se gasta cerca de $188 miles de millones de dólares al año en tratamientos y medicamentos para la salud. De eso, $71 miles de millones son gastados tan sólo en trastornos depresivos. Se estima que casi 20%, o 1 en cada 5 personas en los Estados Unidos, tiene alguna forma de problema de la salud mental, de acuerdo al Instituto Nacional de Salud Mental (2017).
Los tratamientos médicos para la depresión, el autismo, el déficit de trastorno atencional, el insomnio, los trastornos alimenticios, las incapacidades de aprendizaje, las adicciones a las drogas, el trastorno obsesivo-compulsivo, la ansiedad, la bipolaridad, y la demencia, ¡hacen ganar miles de millones de billetes a las compañías farmacológicas!
Y luego, tenemos cosas como el estrés crónico, la niebla cerebral, el manejo de la ira, los cambios de humor, los problemas del sueño, a irritabilidad y la pérdida de memoria. Los problemas de la salud mental son una ‘epidemia invisible’ que afecta a 1,1 miles de millones de personas alrededor del mundo.
Los médicos se han aferrado, desde hace mucho tiempo, a la creencia que el cerebro y el cuerpo no se afectan el uno al otro. La creencia habitual era que lo que ponemos en nuestros cuerpos no cambia nada en nuestros cerebros. Pero eso es erróneo.
Ahora sabemos que los problemas de humor, memoria, atención y conducta, y muchas enfermedades cerebrales, tienen su causa de raíz en el cuerpo, especialmente en los intestinos. Quizás el abordaje médico convencional para lidiar con los trastornos mentales o cerebrales está completamente a la inversa.
Los doctores solían hablar de una barrera ‘sangre/cerebro” en términos de medicamentos, toxinas, alimentos y más. Esta idea indicaba que la mayoría de las cosas que comemos o bebemos no cruzan esa barrera hacia el cerebro. Ahora sabemos que eso es completamente erróneo.
Y eso aplica a muchos de los alimentos que consumimos habitualmente. Las toxinas en la forma de conservantes, hormonas, pesticidas y otros químicos nos afectan físicamente y también mentalmente, a menudo resultando en demencia, TDAH, depresión, ansiedad, insomnio, niebla cerebral, pérdida de memoria, autismo, problemas de conducta y más.
De acuerdo al Dr. Hyman en su libro “Solución UltraMente” —
“Hay una enorme embestida de estrés y químicos ambientales en el mundo, y no nos sorprende que nuestros cuerpos y cerebros se encuentran desafiados y no funcionan apropiadamente. Estamos expuestos a toxinas para las que no hemos sido diseñados a lidiar con ellas—y casi todas ellas causan lesiones cerebrales… De hecho, una reciente encuesta gubernamental halló un promedio de 148 químicos en nuestros cuerpos. Y eso es sólo entre los encuestados”
Nos comienza a resultar muy claro que el cerebro está muy ligado al cuerpo a través de los intestinos, y lo que sucede en el cerebro afecta al cuerpo, y lo que sucede en el cuerpo definitivamente afecta nuestro cerebro.
Si nuestra salud está desequilibrada en algún punto de nuestro cuerpo, entonces la salud del cerebro a menudo también estará desequilibrada.
Tratar el cerebro con fármacos puede llevar a una dependencia a las drogas, a una realidad alterada, y no trata al problema REAL, mientras que tratar la química natural sistémica de nuestro cuerpo y microbioma intestinal puede corregir los desequilibrios químicos del cerebro y llevar a una genuina sanación en todo el cuerpo físico.
Un desequilibrio en cualquier sistema–nutrición, hormonas, función inmune, digestión, bacteria intestinal, desintoxicación o metabolismo puede ayudar a explicar muchos de los síntomas que pensamos meramente como parte de los problemas mentales. La mayoría de esos desequilibrios comienza en el cuerpo, y eventualmente se muestra en el cerebro, como el humor, la salud mental, o los problemas de conducta.
Los sistemas físicos alterados en el cuerpo de hecho pueden darnos algunas explicaciones para la depresión, ansiedad, demencia, autismo y los trastornos de déficit atencional que podemos ver en estos tiempos.
Los tratamientos convencionales sólo tratan los síntomas—a menudo con poderosas drogas que pueden causar efectos secundarios adversos, y nunca llegan a la causa de raíz del problema.
La simple verdad es que tu cuerpo y tu cerebro, y todos tus sistemas físicos, deben interactuar en conjunto en un sistema dinámico de buen funcionamiento. Si mejoras tu salud física, mejoras la salud de tu cerebro también.
Para ilustrarlo, piénsalo así– ¿un bocadillo lleno de azúcar te hace sentí ansioso, tembloroso y adormilado, y luego te hace sentir irritable? ¿Te sientes lento mentalmente luego de comer una gran comida? ¿Alguna vez ejercitaste duro y luego sentiste calma, relajación y felicidad?
¿Qué tan bien logras enfocarte en cualquier cosa luego de haber estado enfermo?
Sabemos que el SPM (síndrome pre menstrual) es el resultado de la fluctuación de las hormonas, pero, ¿sabías que los alcohólicos de hecho se ponen ‘locos’ con algo llamado encefalopatía de Wernicke, que proviene de una deficiencia de vitamina B1, y simplemente tratándolos con esta vitamina pueden curar esta condición? ¿Sabías que los antibióticos para las infecciones de estreptococos pueden curar a algunos niños que sufren de trastorno obsesivo-compulsivo? ¿Y sabías que muchos esquizofrénicos a menudo tienen una sensibilidad al gluten?
Sana el cuerpo, sana el cerebro.
Modificar tu dieta, nutrientes, patrones de sueño, ejercicios, equilibrar tus hormonas, corregir el equilibrio bacterial en tus intestinos, y eliminar los alimentos que causan alergias alimenticias puede transformar radicalmente tu humor, tu conducta, y tu función cerebral.
Estos simples pasos pueden tener una gran diferencia en tu función cerebral y en tu salud física:
- Come alimentos limpios y saludables. Evita cualquier alimento al que seas sensible o alérgico.
2. Suma los suplementos necesariospara la salud de tu cerebro y de tu cuerpo.
3. Forma el hábito de hacer ejercicio, relajación, meditación y un sueño de calidad en tu vida diaria.
4. Evita las toxinas en tus comidas y en tus ambientes.
Si puedes seguir esos simples pasos por al menos 6 semanas, verás enormes cambios en tu vida, en la manera en la que percibes la vida, y en tu sensación de bienestar—¡literalmente en semanas o días!
Algunos de los cambios que experimentan pueden suceder casi de inmediato. Si eres sensible al gluten y dejas de consumir gluten, tu salud intestinal y cerebral cambiará en tan sólo una semana, aproximadamente. Puede que notes otras grandes mejoras en tu salud mental también, eliminando los lácteos, el maíz, y los aditivos alimenticios.
Más del 90% de la serotonina del cuerpo se basa en tus intestinos, así como cerca del 50% de la dopamina de tu cuerpo, así que alimentar a tus bacterias intestinales con alimentos saludables sólo ayudará a tu cuerpo a hacer más de estos químicos ‘para sentirte feliz’.
Cuando comiences a seguir estos simples pasos, podrás notar qué tan bien te sientes en verdad—y ya nunca más querrás volver a sentirte mal, jamás.
Alimenta A Tu Cerebro Con Los Alimentos Correctos
Podrías decir que tu tenedor puede de hecho convertirse en una de las más poderosas herramientas a usar para cambiar tu salud, tu cerebro, y tu vida.
Nada tiene un mayor impacto en la salud. Nada.
Así es como puedes usar esta poderosa herramienta:
- Come Alimentos REALES–Come alimentos integrales, reales, frescos, orgánicos, locales y sin procesar. Si tiene más de tres ingredientes (especialmente los que no logras reconocer de inmediato), viene en un envase, o tiene un código de barras, EVÍTALO.
- Consume Grasas Saludables Para Tu Mente—El cerebro necesita las grasas de Omega 3 DHA y EPA, que provienen de las algas, los pescados de agua fría y las carnes de pastura, además de grasas saturadas, para mantenerse en su óptima salud.
- Poder De Proteínas — Come una proteína de fuente natural de alta calidad para tu desayuno cada día, como huevos con Omega 3, salmón o carne de pastura, yogur orgánico natural, o mantequillas de frutos secos.
- Impulsa Tus Protectores Cerebrales–Come montones de frutas y vegetales de colores notorios, cargados de poderosos fitonutrientes. El color rojo, amarillo, anaranjado, verde y azul de tus alimentos es una señal de poderosos nutrientes antiinflamatorios, antioxidantes, impulsadores de la energía, y potenciadores cerebrales.
- Come La Clase CORRECTA De Carbos–Come alimentos llenos de fibra, incluyendo vegetales crudos, frutas crudas, frutos secos y semillas. Esto ayuda a limpiar los intestinos, eliminar las toxinas, y ayuda a hacer crecer las saludables bacterias intestinales. Un intestino saludable tiene MUCHA relación con el cerebro, ¡un intestino saludable significa un cerebro saludable!
- Elimina Los Venenos–Elimina el azúcar, el sirope de maíz alto en fructosa, el café, el alcohol, las grasas trans, los aditivos alimenticios y los conservantes; todos esos pueden envenenar tu cerebro y afectar tu bioquímica.
Si puedes seguir estos simples pasos—sí, puede que son pasos grandes, pero puedes comenzar a eliminar instantáneamente los alimentos que dañan tu cerebro, quitando los químicos de tu dieta.
Hay otro cambio CLAVE que hay que es esencial–Ese paso es eliminar las dos más habituales causas de alergia alimenticia y las reacciones ocultas en tu dieta. Estas provienen del gluten y los lácteos procesados pasteurizados.
Tu cerebro reacciona a los alérgenos y a tu cuerpo—con un aumento de la inflamación. Y cuando esto ocurre, puedes sentir niebla cerebral, ansiedad/depresión, autismo, TDAH, demencia, y más. El gluten incluso ha demostrado ser causa de algunos casos de esquizofrenia y trastorno bipolar.
No necesitas estallar en erupciones o tener una reacción anafiláctica a estos alimentos para de hecho ser alérgico a ellos. Las personas a menudo tienen alergias ocultas a estos alimentos sin siquiera saberlo—especialmente porque estos alimentos suelen consumirse a diario, así que el problema se hace crónico. De hecho, esto debería ser LO PRIMERO en lo que deberías pensar—“Hoy estoy irritable, o me siento deprimido”… Piensa en QUÉ comiste ayer o el día anterior.
Puede que hayas comido una pieza de pastel de queso el lunes y te sientas deprimido el martes. Comiste una bolsa de galletitas un día y te sentiste irritable al día siguiente. Muchas veces las reacciones inflamatorias ocurren en 24 a 48 horas después, y definitivamente HAY una conexión entre las sensibilidades alimenticias y los cambios en el humor.
Muchas personas tienen alergias o sensibilidades continuas, de bajo grado y demoradas todo el tiempo. Cuando los comes regularmente, puede que causes una reacción alérgica demorada sin siquiera saberlo, pues esos son los alimentos que simplemente no faltan en tu vida.
Puedes someterte a un test de alergias pidiéndoselo a tu doctor, pero este método no incluye todos los alimentos. La mejor y más fácil manera es eliminar los alimentos que causan reacciones más frecuentemente. Usualmente, los dos principales son el trigo y los lácteos.
Luego, presta atención a tu cuerpo y a tu mente cuando haces esto—los primeros días pueden ser difíciles, porque de hecho puede que tengas que romper una verdadera adición a esos alimentos, ¡y luego de pronto te sentirás genial!
Elimina los venenos de tu dieta también, incluyendo los endulzantes o edulcorantes artificiales, los alimentos con conservantes, el sirope de maíz alto en fructosa, las grasas trans o los aceites vegetales, y la comida chatarra.
Prueba hacer esto por al menos dos a seis semanas. Luego vuelve a consumirlos y fíjate cÓmo te sientes 1 hora, 4 horas, 12 horas y 48 horas después de comerlos. ¡Puede que quedes ASOMBRADO!
Suplementos para la salud de tu cerebro y de tu cuerpo
Incluso quienes siguen las dietas más saludables probablemente necesiten de algunos suplementos adicionales. Estos son ESENCIALES para la salud de tu cerebro y también para tu salud física.
- Multivitaminas–Un multivitamínico de alta calidad y alta potencia.
2. Vitaminas Bque incluyan metilfolato y metilcobalamina. Estas son formas de vitamina B, necesarias para la salud de tu cerebro, tu función nerviosa, tu energía y el metabolismo de las grasas. Su deficiencia causará ansiedad, depresión, y pérdida de energía.
3. Vitamina C, 500-1000 mg, toma 1000 mg por día. La vitamina C reduce la inflamación en el cuerpo y en el cerebro, y también protege al sistema inmune.
4. Ácidos grasos Omega 3 con altos niveles de EPA y DHA.
5. Glicinato de Magnesio o Teonato de Magnesio para promover la calma y mejorar la salud en general.
6. Una enzima digestiva multi-propósito.
Y asegúrate de incorporar estos cambios en el estilo de vida—haz ejercicio, relájate, y ten un buen sueño. El ejercicio reduce naturalmente el estrés, libera hormonas ‘para sentirse bien’, equilibra tus bacterias intestinales, aumenta el flujo sanguíneo y ayuda a equilibrar el azúcar en la sangre. El buen sueño ayuda a ‘reconectar’ tu cerebro, alivia el estrés, y reinicia tu cerebro.
Deberías tener el privilegio de vivir una vida alerta, despierto, conectado, presente, enfocado, dichoso y equilibrado. Hacer estos cambios en tu dieta y estilo de vida, sanando tu cuerpo al mismo tiempo, definitivamente te ayudará a sanar también tu cerebro. No puedes tener un cuerpo en verdad saludable sin un cerebro saludable al mismo tiempo.
Tu cuerpo, tu cerebro, tus intestinos, y tu salud. Todos son uno. Nutre y cuida tu cuerpo, y tu mente también recibirá esos beneficios.