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Por Cat Ebeling
co-autora de los best-sellers: La Cocina Quema Grasas & Los Principales 101 Alimentos Que Combaten El Envejecimiento
La mentalidad convencional nos ha dicho siempre que beber jugos puros de fruta es saludable. Compramos batidos con jugos de fruta en la tienda, pensando que nos ayudará a tener salud y a perder peso, y comenzamos nuestros días con un gran vaso de jugo de naranja—por la vitamina C. ‘Hacemos jugo’ con los vegetales y frutas para tener la perfecta bebida saludable. Pensamos que estamos dando a nuestros niños una alternativa saludable al darles una tras otra cajitas de “jugo puro de frutas”. Es jugo puro de frutas, así que es bueno para nosotros, ¿verdad?
El jugo, sea comprado en la tienda (el peor) o preparado fresco en casa, parece ser una opción saludable. Pero, contrariamente a la creencia popular, el jugo comprado en la tienda no se diferencia demasiado de las bebidas elaboradas con puro azúcar líquido. Y la verdad es que no es tan diferente de las sodas (refrescos, gaseosas). Así, a pesar de que tú o tus niños beban algo que dice ser “100% puro jugo de fruta”, bien podría decir “puro azúcar”. Así que si pensabas estar tomando una decisión más saludable que los refrescos u optas bebidas procesadas con azúcar agregado, puede que en verdad estés bebiendo algo igualmente malo.
El azúcar que proviene de las frutas es la fructosa. Similar al azúcar en el sirope de maíz alto en fructosa. La fructosa no es un endulzante saludable, a pesar de su origen natural. La fructosa, salvo que esté en la fruta en su estado natural, es mala para tu cuerpo y para tu figura. La fructosa es un azúcar dietario innecesario. Se sabe, de hecho, que la fructosa es un fuerte contribuyente de la obesidad, la diabetes tipo 2, la alta presión sanguínea, y los altos niveles de triglicéridos y colesterol LDL. Además, se cree que la fructosa tiene definitivas y siniestras relaciones con el cáncer. Y aunque está bien en las frutas, ya que no estás consumiendo grandes cantidades concentradas de ella, beber montones de fructosa en los jugos de fruta te llevará a la mala salud.
Cuando bebes un vaso de jugo, digamos por ejemplo un vaso de 350cc, le das a tu sistema una alarmante cantidad de 37 gramos de azúcar en la forma de mayormente fructosa. Y cuando beber unos 350cc de jugo de manzana, ¡estás tragando una astronómica cantidad de 40 gramos de azúcar! ¡Eso es tanto como una lata de refresco! Pero espera, esa no es la peor parte – un vaso similar de jugo de uva (blanca o tinta) ¡tiene caso 60 gramos de azúcar! ¡Eso es como beber una y media latas de refrescos!
Beber un jugo ‘cóctel’ de mezcla de frutas no es mejor en lo absoluto, incluso si sólo tiene puro jugo de fruta. La mayoría de las veces se añade jugos concentrados de uva blanca o de manzana para sumar dulzura a los jugos. ¡Eso incluye aún más azúcar a la mezcla! Mira los granos de azúcar en el Ponche de Bayas Tropicana, o en el Jugo de 100% Arándanos de Ocean Spray. Tienen una cantidad impresionante de azúcar! Y no te equivoques pensando que las calorías y los gramos de azúcar valen el aporte de vitaminas, pues no es así. Hay pocas vitaminas C, antioxidantes u otros beneficios en un jugo de frutas embotellado.
Uno de los mayores problemas es que el jugo de frutas NO contiene fibras y es una muy concentrada fuente de azúcares líquidos—la peor clase. Es extremadamente fácil consumir cantidades masivas de azúcar líquido en poco tiempo. La fructosa es enviada directamente al hígado para ser procesada, y una parte se convierte rápidamente en células grasas. Algo del azúcar entra directamente al flujo sanguíneo y hace que se libere insulina—que almacena células grasas. Es la receta perfecta para el aumento de peso.
Muchas de esas nuevas células grasas se almacenan en el hígado, creando un factor de riesgo de enfermedad de hígado graso. El resto de esas células grasas se convierte en triglicéridos, uno de los precursores de la enfermedad cardíaca y, debido a la liberación de insulina, muchas de esas células grasas rápidamente son almacenadas en diversas partes del cuerpo—es decir, en el vientre, las caderas, los muslos, etc. Este estudio en particular muestra que sólo un vaso de jugo de uva por día causa resistencia a la insulina y aumento del tamaño de la cintura en sólo 3 meses. No sólo eso, sino que 2 vasos de jugo por día también duplican tus chances de desarrollar dolorosa gota.
Y el mayor problema con las calorías líquidas es que sigues comiendo lo mismo, o más. No te hacen sentir lleno—contrariamente, beber jugo te hace querer comer más, haciendo de las bebidas azucaradas como los jugos una de las cosas más engordantes que puedas darle a tu cuerpo. Bebes jugo, comes más.
Este estudio en niños mostró que el riesgo de obesidad aumentó en un 60% por cada porción diaria de bebidas azucaradas. Y no estás haciéndoles un favor a los niños permitiéndoles beber jugos libremente. Provoca lo mismo que una bebida azucarada. Si quieres reducir las chances de que tu niño sea obeso o desarrolle diabetes tipo 2, elimina los jugos de fruta, dicen este estudio y este estudio. Uno de los problemas crecientes en los Estados Unidos y otros países es el alto índice de obesidad infantil, y uno de los mayores contribuyentes a ello son las bebidas dulces, como los jugos y las sodas. Los niños no necesitan beber una caja de jugo cada vez que tienen sed, ¡el agua calmará su sed perfectamente!
Hablemos un poco sobre cómo se elabora la mayoría de los jugos. No son exprimidos ni prensados directo de la granja a la caja, déjame decírtelo. La mayoría de los jugos procesados—incluso los de “100% jugo”–que compras en la tienda son sometidos a un proceso que no tiene NADA de natural para que el jugo llegue a tu vaso, y ni siquiera es 100% jugo. Por ejemplo, el jugo de naranja nace en los huertos, se extrae el jugo, se lo calienta, y se lo pasteuriza, para luego ser almacenado en enormes bateas de las que se elimina el oxígeno, para poder ser almacenado por hasta un año o más.
Eliminar el oxígeno quita mucho del sabor, por lo que las compañías productoras de jugo contratan a especialistas de sabor y de aroma para formular “paquetes de sabor” que hacen que el jugo de fruta sepa nuevamente como a naranjas. Es por eso que los jugos de las grandes compañías como Tropicana y Minute Maid saben exactamente iguales. Es por el paquete sin sabor agregado a líquidos virtualmente insípidos que han estado esperando en un tanque, en algún lugar. Sabroso. Estos paquetes de sabor se elaboran con subproductos de naranja, que son químicamente alterados, e incluso las personas que trabajan en las compañías productoras de jugos te dirán que los paquetes de sabor no se parecen a nada en la naturaleza.
Otros jugos tampoco son saludables. Si están embotellados y se los vende en la tienda, han sido calentados y pasteurizados para matar las bacterias, levaduras y otros patógenos, y con ello, matando los antioxidantes, enzimas, y otros compuestos saludables. La fibra también es eliminada, lo que degrada aún más al jugo. Las fibras demoran la absorción del azúcar de la fruta, además de que las fibras saludables alimentan a las bacterias intestinales saludables.
Incluso si piensas que estás comprando batidos con jugos de frutas ‘saludables’, aún serán muy altos en azúcares, calentados, y pasteurizados, para poder ser embotellados. Pierden la mayoría de sus antioxidantes y vitaminas en el proceso de pasteurización, además del tiempo en el que permanecen en la tienda. Usualmente se les agrega jugos de fruta altos en azúcares “como relleno”, como jugo de manzana o jugo de uva, para hacerlos saber mejor. Muy a menudo, incluso si el jugo ha sido etiquetado como un batido o smoothie, podría ser más jugo de fruta (lee: “alto en azúcar”) que frutas reales y fibras. Así, básicamente, consumes un montón de azúcar, poco sabor, y casi nada de lo que un batido llamado ‘saludable’ comprado en la tienda te daría.
En total, si tienes sed, o si tus hijos tienen sed, bebe agua. Puedes hacer tus propias aguas saborizadas usando agua de manantial, cortando naranjas o agregando algunas frambuesas, e incluso cortando un pepino para darle al agua algo de sabor. Prueba agregar una rebanada de naranja real a tu agua de manantial, o incluso una de lima o de limón.
Y si no puedes vivir con sabor, prueba con beber té kombucha. Este té fermentado es razonablemente bajo en azúcar (cerca de 1/8 de la cantidad de azúcar de un jugo), pero está lleno de probióticos que sanan la flora intestinal, compuestos que combaten el cáncer, y una buena dosis de saludables fitoquímicos.
La kombucha está creciendo en popularidad, así que muchas tiendas ofrecen distintos sabores para ajustarse al mercado. Sólo cuídate del contenido de azúcares, porque aunque la mayoría del azúcar en estas bebidas ha sido consumido en el proceso de fermentación, algunas podrían tener algo de azúcar agregado. Sin embargo, la mayoría de las marcas parece tener entre 2 y 8 gramos de azúcar por cada taza de kombucha, lo que la hace mucho más baja en azúcares en comparación a los jugos o los refrescos.
A la larga, puede que te sorprenda cuántas calorías de azúcar tú y tus hijos han estado bebiendo. Tú y tus niños estarán mucho mejor si te lalejas de los jugos y de las bebidas azucaradas.
La popularidad de la kombucha ha crecido rápidamente, y no es difícil hallar kombucha en muchas tiendas y gasolineras en estos tiempos.
Este es otro artículo que escribí hace poco, que muestra los 7 principales beneficios para la salud al beber kombucha (incluyendo pérdida de peso, salud intestinal, y más)
