Por Cat Ebeling
co-autora de los best-sellers: La Cocina Quema Grasas & Los Principales 101 Alimentos Que Combaten El Envejecimiento
Aquí en Colorado tenemos una temporada de cultivos corta, y nuestros cultivos caseros de tomates están finalizando, pero con una gran presentación. Hemos estado cosechando canastas y canastas de hermosos, enormes y vistosos tomates de herencia, ¡tenemos tantos que ya no sabemos qué hacer con ellos!
Los tomates son considerados un alimento saludable en la mayoría de los círculos. Se los conoce por tener un rico abastecimiento de antioxidantes como el licopeno, betacaroteno, folato, potasio, vitamina C, otros flavonoides, y también otros nutrientes. Los tomates son más famosos por sus cuantiosas cantidades de licopeno, que es bien conocido por ser una sustancia que combate el cáncer—especialmente el cáncer de próstata en los hombres. El licopeno también ha demostrado científicamente detener el crecimiento de tumores cancerígenos de expansión lenta además de ayudar a combatir los cánceres de pulmón, estómago, colon, oral, senos y cuello uterino.
Los tomates tienen otros antioxidantes, además de incluir zera-caroteno, fitoeno y fitoflueno, que combaten la inflamación y enfermedades como la enfermedad del corazón, cáncer, diabetes, artritis y demencia. Estos poderosos antioxidantes también protegen de la alta presión sanguínea y ayudan a reducir el colesterol, además de mejorar la salud de los vasos sanguíneos.
Los tomates también protegen de la degeneración macular, una de las principales causas de ceguera en la población mayor. Su generosa cantidad de vitamina C ayuda a demorar el envejecimiento, y mantiene la piel con apariencia joven y libre de arrugas, además de ofrecer nutrientes que protegen y ayudan a formar huesos fuertes.
Todo esto suena genial, ¿verdad? Pero… ¿los tomates pueden ser malos de algún modo?
Bien, eso depende de la cantidad de tomates que consumas, y de si eres sensible a las solanáceas. Aunque los tomates tienen montones de nutrientes beneficiales, ten en cuenta que son un vegetal solanáceo que puede agravar condiciones de salud en algunas personas.
Muchos respetables establecimientos médicos, incluyendo la Clínica Cleveland, recomiendan evitar las solanáceas para aliviar el dolor de artritis y otras enfermedades inflamatorias. Este estudio muestra una relación positiva entre la eliminación de las solanáceas y una mejora en los síntomas dela artritis.
Si lidias contra alergias o sensibilidades alimenticias, o si tienes algún tipo de enfermedad inflamatoria o autoinmune, definitivamente deberías prestar atención a las solanáceas. Los síntomas incluyen hinchazón o dolor articular, problemas digestivos, acidez, intestinos irritables o cualquier área inflamada y enrojecida en tu piel. Algunas solanáceas incluso pueden empeorar el asma y causar dificultades respiratorias.
Las solanáceas son un grupo de plantas que son parte de la familia Solanceae. Muchas de ellas son muy comunes—de hecho, la mayoría de nosotros las consumimos a diario. Los tomates son una solanácea. Las principales plantas que comemos, de la familia de las solanáceas, son los tomates, las patatas, los pimientos y las berenjenas. Hay muchas otras, pero en general no las consumimos en grandes cantidades por parte de la mayoría de las personas. Las 4 mencionadas arriba son las solanáceas que consumimos en mayores cantidades.
Las solanáceas son conocidas por causar una determinada inflamación a través de un compuesto llamado “solanina”, que puede irritar el tracto digestivo e incluso causar la ruptura de los glóbulos rojos. Las solanáceas pueden empeorar la artritis en muchas personas, además de empeorar el síndrome de intestino irritable, la acidez, el reflujo, y otros problemas gastrointestinales. La solanina se halla principalmente en las patatas, y en los tomates se presenta en una versión llamada “tomatina”.
Este alcaloide se concentra en las partes verdes de la planta. Aunque no comerías las hojas y verdes de los tomates, los tomates verdes (como en los ‘tomates verdes fritos’) tienen mayores cantidades de tomatina. Los alcaloides tomatina y solanina pueden irritar el sistema gastrointestinal e incluso afectar neurotransmisores cerebrales como la acetilcolina.
Los tomates también pueden empeorar el reflujo ácido y las condiciones de acidez en muchas personas, y las semillas pueden ser muy dañinas para quienes sean propensos a la diverticulitis (una enfermedad inflamatoria del intestino grueso).
Así, aunque los tomates pueden tener muchos beneficios para la salud cuando se los consume en cantidades moderadas, si tienes dolor articular, artritis o acidez puede ser mejor que dejes de consumirlos por un mes, al igual que el resto de los vegetales solanáceos, para analizar si están causándote problemas o empeorando tus síntomas. Ten en cuenta que la familia de las solanáceas tiene muchos miembros, así que es importante tener en cuenta esta lista si vas a evitarlos. Estos incluyen:
- Todas las variedades de tomates
- Tomatillos
- Patatas blancas (las batatas, o camotes, no son parte de la familia de solanáceas)
- Berenjena
- Okra
- Todas las variedades de pimientos – dulces o picantes
- Bayas Goji
- Acedera
- Grosellas
- Tabaco
- Paprika
- Pimienta de cayena
- Chile en polvo
Nota de Mike: Para hacer un aporte a los comentarios de Catherine, me gustaría decir que creo que el principal daño de las solanáceas está en su consumo exagerado regular a lo largo del año… Si lo piensas, parte del estudio de los principios Paleo de nutrición es que hay muchos alimentos que nuestros ancestros sólo consumían estacionalmente, y no a lo largo del año.
Mi teoría personal sobre las solanáceas es que tienen buenos compuestos Y TAMBIÉN malos compuestos, pero nuestros ancestros los consumían 2 o 3 meses al año, y no los 12 meses. Por eso, no es que los tomates, pimientos y patatas sean malos para nosotros en lo absoluto… de hecho son buenos para nosotros de muchas maneras… pero probablemente es mejor consumirlos en ciclos, dentro y fuera de tu dieta, o comerlos solamente una o dos veces por semana y no cada día. De este modo podrás beneficiarte de sus buenos nutrientes, sin sobrepasarte en los malos compuestos que pueden tener las solanáceas.
Una vez más, si tienes artritis, severos trastornos digestivos o enfermedades autoinmunes, es mejor evitar las solanáceas la mayor parte del tiempo, o al menos por un cierto período de tiempo, para ver si están afectándote negativamente.