Por Cat Ebeling
co-autora de los best-sellers: La Cocina Quema Grasas & Los Principales 101 Alimentos Que Combaten El Envejecimiento
Justo cuando pensaba que la comunidad médica regular, la Asociación Médica Americana, y la Asociación Americana del Corazón (AAC) estaban ‘entendiendo’ el hecho de que las grasas saturadas no causan enfermedad del corazón y diabetes, y que el azúcar, los carbohidratos procesados y los aceites vegetales son los verdaderos culpables, dieron un giro y la AAC (Junio, 2017) publicó esta información:
“Esta Asociación Americana del Corazón conseja a la presidencia sobre las grasas dietarias y la EC [Enfermedad Cardiovascular]… concluye fuertemente que reducir el consumo de grasa saturada y reemplazarla con grasas insaturadas, especialmente grasas poliinsaturadas, reduce la incidencia de EC…Ya que el aceite de coco aumenta el colesterol LDL, una causa de la EC [enfermedad cardiovascular], no tiene efectos favorables reconocidos, y nos proclamamos en contra del uso de aceite de coco…”
Entonces lo que la AAC dice es esto:
- Las grasas saturadas [todos los tipos] aumenta el colesterol LDL
- Un aumento del LDL causa enfermedad cardiovascular (EC).
Hablemos de estas dos cosas.
En primer lugar, no todo el colesterol LDL es “malo”, aunque nos haya hecho pensar eso. De hecho, el LDL se forma de distintos tipos de partículas, no todas las cuales son malas o se relacionan con la EC. Los aumentos en el LDL que provienen de comer más grasas saturadas en la dieta se asocian con una versión más saludable de LDL, las partículas más grandes y esponjosas del LDL, que el aceite de coco suele aumentar. Además, el LDL tiene una importante función en el cuerpo, entregando nutrientes a diversos tipos de células, protegiendo las membranas celulares, los bloques de construcción de importantes hormonas (sólo por decir una, aumentando la testosterona en los hombres), y fortalece el sistema inmune.
La Partícula Muy Pequeña de LDL es la dañina. Así, aumentar el LDL es sólo malo cuando se relaciona directamente con la Partícula Muy Pequeña de LDL, o VSLDL, por su sigla en inglés. Pero, por supuesto, la AAC dejó por fuera información vital en su informe. La VSLDL aumenta comiendo dietas muy altas en azúcares y almidones, a menudo acompañadas de altos triglicéridos.
Más de 17 estudios y análisis no han podido establecer un enlace claro entre las grasas saturadas y la EC. Y la Asociación Americana del Corazón escogió muy quisquillosamente sus estudios–algunos de ellos de 50 o 60 años de antigüedad, para usar en su informe. Dime, ¿eso te parece sensato EN LO ABSOLUTO?
Bien, ¿sabes algo sobre la Asociación Americana del Corazón? Es una organización sin fines de lucro compuesta por cardiólogos y otros profesionales médicos. La Asociación Americana del Corazón (AAC) es una organización con la misión de “formar vidas más saludables, libres de Enfermedad Cardiovascular y paros”. En su declaración financiera de 2012 la AAC notó $521 millones en donaciones de fuentes no gubernamentales y no-miembros, y muchas bien conocidas grandes compañías farmacológicas, incluyendo aquellas que hacen y venden estatinas, contribuyeron con cantidades en el rango del millón de dólares.
Un vistazo rápido sobre sus otras fuentes de financiación incluye:
- Amarin (Compañía Farmacéutica)
- Amgen (Compañía Farmacéutica)
- AstraZeneca (Compañía Farmacéutica)
- Eli Lilly (Compañía Farmacéutica)
- Glaxo-Smith Kline (Compañía Farmacéutica)
- Merck (Compañía Farmacéutica)
- Pfizer (Compañía Farmacéutica)
- Regeneron/Sanofi (Compañía Farmacéutica)
- Takeda (Compañía Farmacéutica)
- La Comisión de Nueces de California (incentivada a subestimar las grasas saturadas)
- El Concejo Ag Canadá y Aceite de Canola (incentivado a subestimar las grasas saturadas y promover los aceites vegetales).
- (Más fuentes de financiación aquí)
Además, la AAC recibe millones de grandes compañías de alimentos quienes—además de sus donaciones– también pagan $5-7.000 por producto para recibir la ‘marca de bueno para el corazón’ que se luce en las etiquetas y en los anuncios. Esos alimentos apenas son bajos en grasas saturadas y colesterol. En verdad no importa qué tan refinados sean o cuánto azúcar se les agregue. Mira algunos de los cereales altamente azucarados en el mercado, y verás que tienen el sello de ‘bueno para el corazón’ a pesar del hecho de que son una de las mayores causas de obesidad, enfermedad cardíaca y diabetes. Hmmm.
No necesitas ser un genio para ver que puede haber una agenda (no tan oculta), por ejemplo:
…toma tus drogas estatinas, come más aceites vegetales como el aceite de canola, y sólo consume los ‘productos aprobados’ por la AAC. ¿No es acaso ese el consejo que ha aumentado la enfermedad cardíaca y ha creado un país repleto de adultos con sobrepeso y sin salud?
Gary Taubes, conocido autor científico y autor de varios libros, incluyendo ‘El Caso Contra El Azúcar’, dijo esto:
“[La] AAC concluye que sólo cuatro ensayos clínicos han sido realizados con una metodología suficientemente confiable para permitir un análisis del valor en el reemplazo de los SFAs con PUFAs (en el reemplazo práctico de grasas animales [con] aceites vegetales) y concluye que este reemplazo reduce los ataques cardíacos en un 30 por ciento…
Estos cuatro ensayos son los que… los expertos de la AAC eligieron sistemáticamente… y hallaron razones para rechazar todos los que no presentaran tal efecto positivo notorio, incluyendo una cantidad significativa que sucede que sugiere lo opuesto… incluyendo en sus rechazos los más grandes ensayos jamás realizados: la encuesta coronaria de Minnesota, el Estudio Cardíaco de Sidney y, más notable aún, la Iniciativa de la Salud de la Mujer, que es el más grande y costoso ensayo clínico jamás realizado. Todos ellos… fueron rechazados para su análisis”
¡Pero espera! Esto fue en 2017 y, desde entonces, ya hemos descubierto que el estudio de Ancel Keys sobre el colesterol y la dieta en los 50s y 60s era extremadamente fallido, y que sus resultados fueron ‘escogidos parcialmente’ para mostrar lo que los investigadores querían mostrar. Keys intentó mostrar que las grasas saturadas dietarias contribuían a la enfermedad cardíaca, ignorando el hecho de que los carbos procesados y azúcares son los más grandes contribuyentes de la enfermedad del corazón. Cuando los investigadores regresaron a analizar la información de todos los países, de hecho no hallaron enlace alguno entre el consumo de grasas y las muertes por enfermedad cardíaca, y no hubo consideración de otros factores tales como las tasas de tabaquismo, factores de estrés, consumo de azúcar, frecuencia de los ejercicios, y factores de estilo de vida. ¡Así que sus conclusiones ni siquiera fueron válidas!
Desafortunadamente, el fallido estudio de Keys fue seguido por al menos 5 décadas del mayor detrimento de la sociedad moderna.
Luego de que el mundo reemplazara la carne, la mantequilla y los huevos (infaltables en la Dieta Americana cuando la enfermedad cardíaca ni siquiera estaba en el mapa, allá a principios de 1900) con margarina procesada, granos y aceites vegetales, hemos visto que la población se ha hecho más y más obesa, aumentó la enfermedad cardíaca, también la diabetes, y otras enfermedades inflamatorias han aumentado drásticamente en los últimos 50 años. En lugar de mejorar la salud, los norteamericanos se han hecho más gordos y más enfermos. Los índices de enfermedad cardíaca han aumentado, incluso cuando las personas han seguido las sugerencias de la AAC respecto de la ‘dieta saludable para el corazón’. Entonces, si el consejo de la AAC no ha funcionado en 65 años, ¿POR QUÉ lo haría ahora?
Las VERDADERAS causas de la enfermedad cardíaca son estas:
- Las grasas trans (aceites artificialmente hidrogenados) han demostrado ser los más grandes contribuyentes de la enfermedad cardíaca
- Los aceites vegetales inflamatorios, altamente refinados, como los de soya, de canola, de semilla de algodón, de maíz y otros, Lee más sobre los aceites de cocina saludables vs los no saludables, aquí
- Demasiados azúcares refinados, especialmente el sirope de maíz alto en fructosa
- El alto consumo de carbohidratos como el pan ‘de granos integrales’, los cereales de caja, los snacks, las galletas, etc.
- Fumar
- Un estilo de vida estresante
- La falta de ejercicios
Claramente no estamos yendo en la dirección correcta—al menos si dejamos que la AMA y la AAC sigan guiándonos (mal). El punto es que las grasas saturadas PUEDEN ser buenas para nosotros o, en el peor caso, simplemente neutrales. Muchas tribus primitivas en África han subsistido consumiendo dietas altas en grasas saturadas, casi libres de enfermedad del corazón. Los Masai, los Samburu, y los Fulani consumían mayormente leche entera cruda, carnes rojas, y la sangre de las vacas. Y los Kitavans y las personas del Tokelau en verdad no mostraron índice alguno de enfermedad del corazón, a pesar de comer una dieta rica en grasas de coco. De hecho comenzaron a ser más gordos, a tener enfermedad del corazón y diabetes luego de comenzar a comer una dieta moderna, rica en trigo, azúcar, y aceites vegetales. Esas tribus primitivas no sólo eran extremadamente saludables, sino que también eran muy delgadas y tenían muy pocas enfermedades y problemas de salud.
Así que sí, la Asociación Americana del Corazón y USA Today, y todos los demás–¡el aceite de coco SIGUE SIENDO saludable para todos nosotros! El aceite de coco ha sido un alimento infaltable en la dieta de muchas civilizaciones durante años y años, y brinda grasas de alta calidad, muy saludables, que benefician tu salud. Ayudan a sustentar una saludable función de la tiroides, impulsa tu metabolismo, equilibra tu azúcar en la sangre, y es un excelente combustible cetogénico bajo glucémico que puedes usar como energía.
Las cetonas en el aceite de coco estimulan a tu cuerpo a preferir y convertir el tipo más eficiente de combustible para usar, es especialmente saludable para el azúcar en la sangre, también la prevención del Alzheimer y la enfermedad del corazón. Los triglicéridos de cadena mediana (MCT) en el aceite de coco son muy fáciles de metabolizar para tu cuerpo, para usarla de inmediato como combustible, convirtiéndola en un combustible eficiente para la quema de grasas, que no eleva el azúcar o la insulina en la sangre, y que no estimulan el almacenamiento de grasas. Los MCT en el aceite de coco no necesitan ser rotos ni semi-digeridos para que el cuerpo pueda usarlos, a diferencia de otras grasas (como los Ácidos Grasos de Cadena Larga).
El aceite de coco también tiene ácido láurico, que ayuda a aumentar tu saludable colesterol HDL, e impulsa al sistema inmune. El ácido palmítico es otro componente de la grasa saturada y aumenta el HDL también. Un HDL más alto se relaciona a la protección contra la enfermedad del corazón. Una proporción de colesterol más alta en HDL es una de los mejores factores de protección contra la enfermedad del corazón. El aceite de coco también ha demostrado científicamente no sólo aumentar el HDL cardioprotector, sino que de hecho disminuye la circunferencia de cintura (un factor de riesgo en la enfermedad cardíaca) y disminuye la masa corporal en pacientes con enfermedad arterial coronaria.
El aceite de coco también es muy beneficial para el cabello y la piel, para tener un saludable cuero cabelludo, y para aliviar las irritaciones de la piel, además de ser un excelente hidratante. El aceite de coco reduce las caries cuando se lo usa como complemento de la crema dental, y el ácido láurico que contiene tiene poderosos efectos antimicrobianos que incluso combaten los hongos en las uñas de los pies.
Así que, a la larga, el aceite de coco es BUENO para ti, y no te matará ni te causará enfermedad del corazón. Sí, eleva el colesterol LDL y puede elevar el colesterol total (muchos estudios muestran que un colesterol total más alto nos lleva a vivir vidas más largas y reducir los niveles de colesterol lleva aun aumento en las muertes), pero no creas a la AAC cuando dice que tendrás un ataque cardíaco si comer aceite de coco. La enfermedad cardíaca es causada primariamente por la inflamación en las vías sanguíneas, mayormente por los inflamatorios y altamente refinados aceites vegetales (que son la mayoría de los aceites), los azúcares, y los carbohidratos almidones altamente refinados y procesados.
Así que sigue haciendo lo que haces: comiendo saludables grasas saturadas del aceite de coco, y mantequilla y carnes de pastura. Aprovecha el aceite de oliva extra virgen, come nueces y aguacates. Disfruta de tus huevos de gallinas no enjauladas y de pastura cocidos con mantequilla, y saborea ese queso crudo y no pasteurizado. ¡Oye, los franceses comen montones de mantequilla, queso y huesos, y tienen tasas mucho menores de enfermedad cardíaca que los norteamericanos! Evita los azúcares, los granos refinados, y evita los alimentos procesados y los aceites vegetales. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!