Por Cat Ebeling
co-autora de los best-sellers: La Cocina Quema Grasas & Los Principales 101 Alimentos Que Combaten El Envejecimiento
Los camarones parecen ser los favoritos de todos en lo que se trata de mariscos, en los Estados Unidos y en el mundo entero. También es el marisco más comercializado en el mundo, pero desafortunadamente la demanda global de los camarines se ha convertido en una enorme pesadilla ambiental, para la salud, y para los derechos humanos.
Desafortunadamente, debido a la demanda, el 94% de los camarones que se consume son criados en granjas, en estanques artificiales en las costas de Tailandia, China, Indonesia, Vietnam, México, y Ecuador. Pero los camarones industrializados distan mucho de lo saludable, y son considerados probablemente como uno de los tipos menos saludables de mariscos que puedas comer. De hecho, se los considera aún más tóxicos que los pescados industrializados importados como la tilapia y el bagre, que están entre los pescados más tóxicos y contaminados que puedas comer. Y, además de eso, menos del 2% de los camarones importados son inspeccionados por la FDA.
Los camarones industrializados son tratados con residuos de pesticidas, antibióticos y bacterias resistentes a los antibióticos como el E.coli.
Según la Guardia de Alimentos Y Aguas (2006), más del 90% de los camarones que comemos son importados, y hay muy poca información de cómo son producidos. La mitad de esos camarones—o más–que compramos en las tiendas provienen de un ‘origen desconocido’ si son procesados y agregados a cualquier tipo de mezcla de mariscos. Los restaurantes tampoco etiquetan sus camarones, así que frecuentemente el restaurante ni siquiera sabe de dónde provienen.
Las granjas de camarones hacinan a millones de camarones en sus estanques, lo que significa que están contaminados con residuos y patógenos que portan enfermedades, además de parásitos. Una granja promedio produce hasta 40.000 kilogramos de camarones por cada 1230 metros cúbicos, en comparación a los camarones de granjas tradicionales, que producen cerca de 204 kilos por 1230m3. Los estanques usados en los camarones industrializados desarrollan un barro de materia fecal, químicos y el exceso de alimentos que se acumula y descompone. Para combatirlo, los camarones industrializados reciben cantidades masivas de antibióticos, pesticidas y desinfectantes—muchos de los cuales son ilegales y demasiado tóxicos para ser usados en los Estados Unidos. Así, es bastante seguro apostar que estás comiendo camarones industrializados provenientes de Asia, criados en aguas repletas de residuos y bacterias resistentes a los antibióticos, montones de antibióticos y pesticidas tóxicos. ¿Puedes decir “pozo séptico”? La mayoría de las operaciones camaroneras sólo pueden permanecer por 7 años antes de que la contaminación, los residuos y los patógenos acumulados se acumulen al punto en el que pueden matar a los camarones. Comer camarones industrializados es un cóctel tóxico que puede llevar a muchas serias condiciones de salud, tales como daño neurológico, alergias que amenazan la vida, infecciones, y trastornos digestivos.
Los camarones a menudo son vendidos como “silvestres” o “del Golfo”, cuando en verdad son criados en granjas. Los consumidores a menudo reciben información incorrecta con respecto al origen de estos camarones. Los investigadores del estudio Oceana, en 2014, hallaron que cerca del 30-40% de los camarones en los Estados Unidos estaban mal etiquetados, con datos falsos respecto de su país de origen, y sobre si eran criados o silvestres.
Estos son algunos desagradables datos más que querrás saber:
- Uno de los aditivos agregados a los camarones para prevenir su descoloración, el 4-hexilresorcinol, tiene efectos similares al estrógeno. Los xenoestrógenos como este feminizan a los hombres, reducen el conteo de esperma y causan ginecomastia (‘senos masculinos’). En las mujeres, los xenoestrógenos aumentan los cánceres de senos, ovarios y útero.
- La mayoría de los pesticidas usados en las granjas de camarones importados están prohibidos en los Estados Unidos.
- Los estanques de las granjas de camarones son usualmente tratados con pesticidas organofosfatos neurotóxicos relacionados a la pérdida de memoria, temblores, mal de Parkinson, TDA, THDA y cáncer.
- Muchas severas reacciones alérgicas a los camarones a menudo se deben a los químicos tóxicos, aditivos y antibióticos que permanecen en el pescado.
- De hecho, en estos días aún existen, en muchos países, redes de trabajo esclavo para criar camarones, en donde niños y adultos son forzados a trabajar largas horas en duras condiciones sin pago ni medios de escape.
Las operaciones camaroneras industriales desechan miles de litros de agua contaminada y residuos a las vías de aguas y a las tierras de cultivos circundantes. Y las operaciones camaroneras no sólo contaminan las aguas y tierras, sino que de hecho destruyen el ambiente natural, incluyendo los manglares que ayudan a proteger y filtrar las toxinas de los hogares cercanos. Los residentes y los niños que viven cerca de las granjas enferman a menudo, tienen quemazón en la garganta, en los ojos, irritaciones inusuales en la piel y más, debido a la exposición a las toxinas de las granjas camaroneras. Los camarones industrializados son muy poco sustentables. Además del problema ambiental que crean, se requiere de unos 1,3 kilos de pescados silvestres sólo para producir medio kilo de camarones.
¿Hay alguna clase de camarones que sea segura para comer? Bien, los camarones silvestres son considerados una opción segura y sustentable, pero en verdad esto no siempre es cierto. Ten en cuenta que los camarones suelen capturarse junto a otras especies que a menudo mueren y se descartan en el proceso. Miles de kilos de otras criaturas marinas son matadas anualmente en las operaciones camaroneras, pero conforme avanza el paso del tiempo, se adopta cada día más regulaciones que reducen lentamente la pesca indeseada, esperando hacer las operaciones camaroneras más ambientalmente seguras. Dicho todo eso, los camarones y otros mariscos capturados en forma silvestre son de hecho muy nutritivos y están repletos de importantes vitaminas y minerales, proteínas, e incluso pequeñas cantidades de grasas Omega 3.
Para ver una cena súper saludable y deliciosa, prueba esta opción de mi Dieta paleo:
Receta de Curri De Camarones Con Coco y Cúrcuma