www.elhalcondelasalud.com
El artículo de hoy ha sido republicado desde Alternative Daily.
Puede que este sea un tema un tanto desagradable siquiera para pensar al respecto, pero es esencial que lo grabes en tu mente. Vamos al grano… si no bajas la tapa de la taza luego de usar el sanitario, podrías potencialmente rociar bacterias indeseadas por todo el sanitario. ¡No es broma!
Un estudio publicado por el Diario Americano De Control de Infecciones confirmó que jalarle al escusado con la tapa levantada conlleva ciertos riesgos para la salud. Jalar heces o vómito dentro de la taza puede producir peligrosos aerosoles infecciosos que pueden flotar en el aire de tu cuarto de baños por algún tiempo. Aunque reciben el más elegante nombre de “pluma de aerosoles del escusado”, no hay nada elegante sobre rociar estos microbios por los muros, los pisos, las superficies, el lavabo y sí, ¡incluso en tu cepillo de dientes!
Esto es lo que sucede
Cuando le jalas al escusado, se producen pequeñísimas gotas de microbios. Estos microbios provienen de enfermedades infecciosas de lo que sea que haya en la taza. El vómito y las heces tienen altas concentraciones de patógenos como Shigella, Salmonella, e incluso norovirus. Estos patógenos pueden quedarse en las superficies de tu sanitario por semanas, incluso meses… ¡Qué asco!
De acuerdo con este estudio, las plumas de escusado pueden ser un importante jugador en la transmisión de enfermedades infecciosas, incluyendo norovirus, SARS, e influenza pandémica.
La moraleja de la historia es…
Siempre, siempre, siempre baja la tapa del escusado antes de jalarle, mantén limpio tu sanitario, y cubre tus cepillos de dientes.
Otros Malos Hábitos Del Sanitario Que Necesitamos Detener
Dejar que el moho se acumule en tu cortina de baños. El moho y los hongos prosperan en las superficies húmedas y oscuras, por lo que suelen crecer rápidamente en las cortinas de baño. Respirar ese aire puede despertar alergias y síntomas de asma. Puedes prevenirlo haciendo funcionar un ventilador cuando estés bañándote o dejando una ventana abierta, lo que permitirá que circule el aire.
El moho, los hongos, e incluso los restos de jabón, si los dejas sin atender, pueden potencialmente causar serias infecciones, por lo que es importante limpiar tu cortina de baños y su protector regularmente. Si no puedes eliminarlos, es tiempo de cambiar la cortina por una nueva.
No cambiar las toallas con suficiente frecuencia. Tus toallas de mano tienen bacterias y, cuando las usas en el rostro y en los ojos o la boca, las bacterias pueden pasar de la toalla a tu cuerpo, y hacerte enfermar. Deberías cambiarlas al menos una vez por semana. Tus toallas de baño deberían tenderse para dejarlas secar luego de cada uso, y deberías cambiarlos por otras limpias luego de tres usos.
No lavar tus manos. Seguramente ya sabes esto, y probablemente ya hayas desarrollado el hábito de lavar tus manos cada vez que vas al sanitario, pero bien vale la pena repetirlo.
Lavar tus manos ha probado ser la manera más efectiva para prevenir el contagio y la expansión de las enfermedades. No uses jabones antibacteriales, que tienen peligrosos compuestos y que pueden ser ineficientes. En cambio, usa agua tibia y jabón para reducir las bacterias en tu piel. Esto reduce tus probabilidades de exponerte al resfrío común, la gripe, infecciones por estreptococos, y otras enfermedades.
– Vivir Saludable
La fuente original de este artículo está aquí.
