Por Cat Ebeling
co-autora de los best-sellers: La Cocina Quema Grasas & Los Principales 101 Alimentos Que Combaten El Envejecimiento
Nada dice ‘verano’ como la albahaca fresca—¡en cualquier momento del año! Adoro el sabor de la albahaca fresca-su sutil sabor le da una nueva dimensión a las comidas, sean crudas o cocidas. La albahaca fresca suele estar disponible todo el año en la tienda, y es fácil cultivarla en climas cálidos. La albahaca es una de esas poderosas hierbas que tienen propiedades medicinales. Uno de los ingredientes activos de la albahaca es algo llamado eugenol. El eugenol es una sustancia antiinflamatoria que aporta beneficios curativos a condiciones relacionadas con la inflamación, como la artritis, y ayuda a prevenir serias enfermedades como la enfermedad cardíaca y la diabetes.
La albahaca y el tomillo frescos en esta receta tienen preciados aceites volátiles que de hecho han probado científicamente eliminar las bacterias que pueden ingresar en los alimentos, como Staphylococcus aureus, E.coli y Shigella. Sumar estas dos hierbas a tus comidas ayuda a prevenir muchos tipos de enfermedades derivadas de los alimentos y el peligroso crecimiento de las bacterias de los alimentos en tu cuerpo. Además, el tomillo tiene un ingrediente llamado timol. El timol ayuda a aumentar las cantidades de grasas Omega-3 saludables que ingresan en las membranas celulares. Así, cuando consumes tomillo con grasas Omega-3, tu cuerpo de hecho absorberá más Omega-3. Eso significa que el tomillo protege tus células, combate el envejecimiento, ¡y hasta mejora tu humor!
Sumar cantidades generosas de espárragos te ayudará a brindar excelentes prebióticos para alimentar a tus bacterias intestinales saludables, además de montones de saludables vitaminas y compuestos que combaten el cáncer, sumado a las olivas o aceitunas, que están repletas de grasas saludables y antioxidantes. Esta ensalada es una combinación ganadora—para tu salud y también para tus papilas gustativas. ¡Es absolutamente deliciosa!
Ensalada
3 tazas de caldo de pollo o agua
2 pechugas o muslos de pollo no enjaulado (de pastura)
½ libra (225 gramos) de espárragos delgados, cortados en piezas de unos 5 centímetros
½ taza de olivas o aceitunas negras Nicoise o de otro tipo, sin hueso
10 tomates cherry, cortados por la mitad
2 cucharadas de alcaparras, escurridas
Un puñado de albahaca finamente picada
¼ cucharadita de pimienta negra y de sal marina
Queso parmesano reggiano
Aderezo
½ taza de aceite de oliva extra virgen
1 chalote mediano, picado
2 cucharaditas generosas de tomillo fresco picado
1 cucharada o más de perejil fresco picado
¼ taza de jugo fresco de limón (1 limón mediano)
Preparación
Cocina el pollo en el caldo por 10-12 minutos, hasta que esté tierno y bien cocido. Deja que el pollo se enfríe dentro del líquido, luego escúrrelo, y desmenúzalo. Reserva. Cocina los espárragos por 3-4 minutos hasta que estén tiernos, aunque aún firmes. Escúrrelos y déjalos enfriar bajo el agua fría.
Agrega las aceitunas (olivas), los tomates, las alcaparras, la albahaca y la pimienta al pollo, y mezcla para combinar.
Mezcla los ingredientes del aderezo y agrega a la ensalada, revolviendo para integrar bien. Acomoda una capa de verdes tiernos orgánicos, rúcula, lechuga Bibb, o lechuga romana. Decora por encima con el queso parmesano reggiano. Usando un pelador de alimentos, toma algunas láminas para poner en la ensalada.
Esta ensalada puede prepararse hasta 6 horas antes de servir, y mantenerse en el refrigerador. Agrega el aderezo justo antes de servir. Sirve 2-4 porciones, dependiendo de los apetitos.