Por Cat Ebeling
co-autora de los best-sellers: La Cocina Quema Grasas & Los Principales 101 Alimentos Que Combaten El Envejecimiento
¿Alguna vez escuchaste eso de “confiar en lo que dicen tus tripas”?
Si tu microbioma intestinal está fuera de curso, sientes ansiedad y depresión. Además, tener un microbioma intestinal insalubre puede de hecho ser la causa de serios trastornos psiquiátricos, como el trastorno bipolar e incluso la esquizofrenia. Solíamos pensar que estos problemas mentales estaban sólo en nuestra mente, pero en verdad provienen de nuestros intestinos.
Incluso Hipócrates sabía este hecho vital: la enfermedad comienza en las tripas y, como ya hemos visto, esto es correcto. Unos intestinos que están alterados por el uso de antibióticos, por una mala dieta, o incluso por estrés puede causar trastornos de ansiedad y también depresión. Sí, tus bacterias intestinales tienen un fuerte efecto en tu humor y en tu estado mental.
Casi el 20 por ciento de la población de Estados Unidos sufre de algún tipo de trastorno de ansiedad, y eso sólo cuenta a quienes han sido diagnosticados oficialmente. La cantidad de personas que sufren de ansiedad, depresión y trastornos de humor es probablemente mucho mayor.
La ansiedad puede ser paralizante, causar temor, aprensión, y ataques de pánico. Afecta cada parte de tu vida, también. Muchas personas acuden a los medicamentos farmacológicos en busca de ayuda, pero esos a menudo tienen efectos secundarios negativos como hacerte adicto o dejarte adormecido. Y esos medicamentos no llegan al centro del problema—corregir tus intestinos.
Se cree que la serotonina y otros neurotransmisores cerebrales se originan en el cerebro, aunque muchos d estos importantes químicos cerebrales se producen en tus intestinos. Sí, en tu tripa. Y si tus intestinos no tienen el adecuado equilibrio de bacterias saludables, tendrán un efecto definitivo en tu humor.
De hecho, el campo de la psiquiatría está comenzando a comprender la enorme variedad de trastornos mentales y del humor que están en relación con las vías intestino-cerebro. Incluso cosas como: TDAH, Trastorno Obsesivo Compulsivo, Parkinson, Alzheimer, esquizofrenia, y trastorno bipolar.
Tus intestinos y tu cerebro se comunican directamente a través del nervio vago, además de la médula espinal. El nervio vago conecta el sistema nervioso central con tu corazón, pulmones, y tracto digestivo. Además, muchos distintos tipos de bacterias en tus intestinos ayudan a sintetizar el 90 por ciento de los neurotransmisores necesarios, como la serotonina, la dopamina, y la GABA.
Esos neurotransmisores son responsables por esos sentimientos felices y calmantes que te hacen sentir bien. El microbioma intestinal es responsable, directa o indirectamente, de otros importantes químicos cerebrales, incluyendo el factor neurotrópico derivado del cerebro, o BDNF.
Es interesante notar que ha habido notables diferencias en el microbioma intestinal ante los trastornos de humor en estudios con humanos. En otras palabras, las personas deprimidas o ansiosas tienen un perfil intestinal muy diferente que el de una persona saludable.
Ahora analicemos los problemas de tener un delicado balance del microbioma con una intolerancia al gluten o enfermedad celíaca. Hay un muy fuerte enlace entre la enfermedad celíaca y el estado psicológico. La ansiedad, la depresión y la fatiga son aún más comunes entre aquellos con sensibilidad al gluten.
Además del desequilibrio de un desequilibrio en las apropiadas bacterias intestinales, la inflamación y la mala absorción en el intestino delgado pueden crear problemas que resultan en desnutrición y deficiencias de vitaminas.
Vitaminas y minerales como las B6, B12, folato, vitamina D, vitamina K, hierro y calcio se sintetizan y absorben en los intestinos. Muchas de esas vitaminas se asocian con el humor, especialmente las vitaminas B, que tienen mucho que ver con las funciones nerviosa y cerebral. Una deficiencia en ellas puede ciertamente causar depresión, ansiedad e incluso esquizofrenia y demencia.
Estas deficiencias de vitaminas y su mala absorción afectan severamente la capacidad del cuerpo de producir los ingredientes necesarios para la serotonina, la dopamina, y la noepinefrina, haciendo que quien tenga una sensibilidad al gluten sea aún más propenso a trastornos de humor.
En 1967, un doctor descubrió que una gran parte de los pacientes en una unidad de internación psiquiátrica también tenían una amplia historia de intolerancia al gluten. Muchos médicos también han notado que sus pacientes celíacos son cerca de 10 veces más propensos a presentar esquizofrenia u otros serios trastornos psicológicos, en comparación a los pacientes no celíacos.
Además, estudios epidemiológicos en habitantes de las Islas del Pacífico y otras poblaciones mostraron una fuerte relación, dependiente de la dosis, entre el consumo de trigo y la esquizofrenia. Mientras que los estudios en poblaciones libres de gluten muestran esquizofrenia sólo en muy escasas ocurrencias, en los Estados Unidos hay cerca de 1 en 100 casos de esquizofrenia entre los comedores de trigo. Y conforme las poblaciones se han occidentalizado en sus dietas, agregando más productos de trigo, azúcar y cerveza (que contiene gluten), la esquizofrenia se hace más habitual.
¿Coincidencia? No lo creo.
El gluten también causa pequeños micro-hoyos en los intestinos, creando un síndrome llamado intestino permeable. Esto causa que minúsculas moléculas de proteína de los alimentos se filtren hacia el cuerpo, creando una respuesta inflamatoria inmune y causando alergias alimenticias.
El cuerpo reacciona a estas moléculas extrañas como si fueran patógenos, atacándolas y montando una defensa inmune. Esto no sólo debilita nuestras defensas en contra de los patógenos REALES, sino que también crea toda una cascada de reacciones en el cuerpo, como hinchazón abdominal, dolor en las articulaciones, niebla cerebral, jaquecas, sarpullidos y más.
La intolerancia al gluten también se relaciona a los cambios de humor, la depresión, la ansiedad, la irritabilidad, los problemas en el majeo de la ira y las fobias sociales.
Tener un saludable microbioma intestinal es importante para nuestra salud y bienestar ya desde que somos bebés. Se ha hallado que los bebés que han nacido vaginalmente tienen un microbioma intestinal mejor balanceado que los bebés nacidos por cesárea. Esto se debe a que el parto natural ayuda a poblar los intestinos del infante con las bacterias apropiadas ya desde el inicio de su vida.
¡Corrige Tus Intestinos Y Mejora Tu Humor!
Un intestino saludable debería tener un diverso y robusto microbioma que proteja y nutra al cuerpo. Desafortunadamente, muchos factores presentes en nuestras vidas diarias contribuyen al daño intestinal:
- Antibióticos
- Azúcar refinado
- Carbohidratos y granos refinados, especialmente el trigo
- Aceites vegetales industrialmente procesados, como los aceites de canola, de soya, de maíz, etc.
- Un inadecuado consumo de fibras saludables- especialmente fibra vegetal
- Beber demasiado alcohol
- El estrés crónico
- Los alimentos que contienen granos y gluten
Entonces, ¿cómo devolvemos la salud del microbioma a nuestros intestinos, para recuperar un estado mental feliz, saludable y relajado? Primero, nota que no hay UNA dieta perfecta para el microbioma perfecto, aunque sí sabemos cuáles son los elementos necesarios para crear un microbioma saludable en nuestros intestinos.
Más importante, debemos eliminar la comida chatarra que alimenta a las bacterias insalubres y permite que estas ocupen nuestros intestinos. Elimina los alimentos que contengan azúcares, carbohidratos refinados, y especialmente los alimentos que contienen gluten. Mientras que hay mucha controversia en cuanto a quién es intolerante al gluten y quién no lo es, es mejor simplemente evitar consumir gluten. No es tan difícil vivir libre de gluten en estos tiempos, y tu cuerpo y tu mente estarán mucho mejor si simplemente eliminas esta sustancia inflamatoria.
Elimina el azúcar y los alimentos almidonados, esto también te ayudará a matar de hambre esa sobrepoblación de cándida y otros patógenos dañinos, que ciertamente prosperan en tus intestinos cuando consumes una dieta alta en carbohidratos.
Come más fibras saludables—provenientes de vegetales, primariamente. Las fibras saludables de los vegetales y las frutas ayudan a alimentar a las bacterias saludables en tus intestinos, y ‘barren’ las porquerías dañinas que pueden haberse acumulado en tus intestinos.
Mantén tu dieta mayormente basada en proteínas saludables de crianza natural, y vegetales orgánicos. Evita los granos y otros alimentos con carbohidratos. Bebe caldo de hueso. El caldo de hueso contiene ingredientes sanadores, incluyendo colágeno y glicerina que ayudan a reparar el daño del intestino permeable, y que calman y nutren tu interior, estimulando al mismo tiempo el crecimiento de las bacterias saludables. Encuentra una receta fácil aquí.
Consume montones de alimentos fermentados naturalmente (bajos en azúcares) como yogurt, kéfir, kombucha, chucrut, kimchi y tempeh.
Considera tomar un probiótico—especialmente si has tomado antibióticos recientemente. Ciertas trabas de bacterias probióticas son especialmente útiles para estimular el crecimiento de las bacterias saludables en tus intestinos. Y, cuando tienes montones de estas bacterias saludables, las bacterias malas no pueden crecer. Hay algunas clases específicas que han probado ser especialmente útiles para mejorar la ansiedad y la depresión en ensayos clínicos.
Las Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus casei, Bifidobacterium bifidum, y Bifidobacterium longum han probado disminuir las sensaciones de ansiedad y/o depresión en ensayos clínicos en humanos. Hay una enorme variedad de suplementos probióticos en el mercaos, pero podemos clasificarlos en cinco variedades principales:
- Lactobacillus
- Bifidobacterium
- Saccharomyces boulardii(hongos saludables)
- Probióticos formadores de esporas basados en la tierra
- coliNissle 1917 (una forma saludable del E. coli)
El microbioma de cada persona es individual, y tenemos distintas mezclas de bacterias saludables. Es mejor probar con distintos tipos de probióticos, o probar un suplemento de probióticos que tenga 3-5 de las trazas mencionadas arriba. Y dale unas 6-8 semanas. Puede que sientas algo de alivio de inmediato, pero eliminar todos esos patógenos tóxicos e inflamatorios que están anclados en tus intestinos probablemente llevará algo de tiempo-al igual que restablecer todos esos bichitos felices y saludables.
Un estado mental feliz y saludable comienza en tus intestinos. Cuídalos, y alimenta sólo a tus bacterias saludables. ¡Puede que cambies toda tu vida, para mejores!
Referencias:
https://www.psychologytoday.com/us/blog/evolutionary-psychiatry/201103/wheat-and-schizophrenia
https://chriskresser.com/your-gut-microbiome-and-anxiety-whats-the-connection/
https://www.beyondceliac.org/living-with-celiac-disease/psychological-impacts/
Muy interesante lo que acabo de leer y la información que adquirí